El potencial de las mareas y corrientes marinas

A nivel mundial, los recursos formados tanto por corrientes marinas como por la amplitud de mareas se estiman en 3 TW. De los cuales, 1 TW se encontraría en zonas cercanas a la costa. El potencial energético de las corrientes marinas es mayor que el de las oscilaciones mareomotrices, sin embargo debido a las características técnicas, en 2012 se habían desplegado alrededor de 514 MW  de esta última frente a los 6 MW de las corriente marinas.

Factores como la forma de la costa son los que determinan la amplitud de la marea, llegando a fluctuaciones de hasta 17m entre mareas. Argentina, Australia, Canadá, Chile, China, Colombia, Francia, Japón, Rusia, Corea del Sur, España, el Reino Unido y los EE.UU. (Maine/Alaska), tienen grandes variaciones de marea. Por otra parte, África Oriental goza de un gran potencial en corrientes marinas.

En la actualidad, existen planes sobre proyectos de presas de mareas en India, Corea, Filipinas y Rusia, lo que sumaria alrededor de 115 GW. Mientras, el despliegue referente a corrientes marinas hasta 2020 es del orden de 200 MW.

Aunque como se refiere anteriormente, los recursos para estas tecnologías son muy grandes, no se les ha estudiado con suficiente rigor en todo el mundo. Para Europa, se estima un potencial mínimo de 12000 MW. Sin embargo, sólo un pequeño número de países, como: Francia, Irlanda, Noruega, Reino Unido, EE.UU. y algunas partes de la costa de China y Canadá han investigado en detalle. Otras regiones y países con un fuerte potencial, como son Australia, África, India y España, no han evaluado detalladamente el potencial de este recurso.

Una de las ventajas de amplitud de las mareas y de las corrientes marinas es que son altamente predecibles. Además, la energía puede ser generada tanto de día como de noche. Por otra parte, tanto la amplitud de la marea como las corrientes marinas son apenas influenciadas por las condiciones meteorológicas, por lo que las fluctuaciones a largo plazo son más bajos que, por ejemplo, para la energía eólica o solar. Otra de las ventajas de la energía mareomotriz, radica en el pequeño impacto sobre el paisaje de  las zonas costeras; la mayoría de las estructuras están bajo el agua y los requisitos asociados a las infraestructuras construidas en tierra es bajo, ya que en algunos casos pueden ser integrados en construcciones o estructuras existentes.