Aunque Europa es un líder mundial en energías renovables
marinas (ERM), el estado actual aún no es 100% favorable por diversas razones entre
las cuales el problema más importante se refiere a los diferentes usos del
espacio marino que inducen desafíos y conflictos de intereses entre las
actividades y usos de los interesados, y los objetivos de políticas que pueden
resolverse mediante la comprensión mutua, la cooperación y la comunicación
eficiente. Otros obstáculos en lo que respecta al desarrollo de ERM se refieren
al marco legal y regulatorio inadecuado, a las inestabilidades financieras
encontradas en algunos países, así como a la falta de planificación espacial
marina y gestión integrada de zonas costeras.