La regulación oceánica internacional
se ocupa del 60% de los océanos del mundo, que se encuentran fuera de las
fronteras nacionales y por lo tanto se tratan como un recurso compartido.
Al no
existir una definición acordada de gobierno internacional de los océanos, se
regula legalmente mediante la Convención de las Naciones Unidas sobre el
"Derecho del Mar" (UNCLOS), que incorpora los derechos de diversas
jurisdicciones, instituciones y marcos. La Unión Europea está actualmente
tratando de desarrollar una legislación internacional de los océanos. La
Directiva 2014/89/UE establece explícitamente el objetivo de la política
marítima integrada de "apoyar el desarrollo sostenible de los mares y los
océanos y desarrollar un proceso de toma de decisiones coordinado, coherente y
transparente. En la Directiva 2008/56/CE promueve el concepto de planificación
espacial marítima. La posición de la UE se basa en los principios del
desarrollo sostenible y abarca los siguientes temas clave: la gobernabilidad internacional basada en el Estado de Derecho, la protección de la biodiversidad
marina, el cambio climático, la seguridad marítima, la libertad de navegación;
el trabajo sostenible en los sectores marítimos y la mejora de la comprensión
actual del mar. Para alcanzar estos objetivos, la UE ha impuesto una
legislación medioambiental que rige la utilización sostenible de los recursos
marinos por cualquier entidad que opere en el marco común y ha desarrollado estrategias
regionales y europeas para impulsar una economía azul sostenible.
Actualmente se requiere el consentimiento
para el uso de todos los lugares marinos. Sin embargo, existen múltiples
procesos de consentimiento y concesión de licencias, dependiendo de la escala
del proyecto y del país involucrado. El consentimiento está mejor establecido
para los despliegues a gran escala, pero es menos consistente para los centros
de prueba. Los desarrolladores de nuevos dispositivos afirman que la burocracia
reguladora y los complicados procedimientos de consentimiento (incluidas las
evaluaciones de impacto ambiental), causan retrasos y actúan como barreras para
la explotación de las energías renovables marinas.
Una excepción es Escocia, donde los desarrolladores pueden solicitar las licencias para la extracción de energía marina por aplicación al Marine Scotland Licensing Operations Team (MS-LOT). Este ofrece un procedimiento de solicitud mediante ventanilla única, siguiendo los principios de la planificación marina sostenible.
Una excepción es Escocia, donde los desarrolladores pueden solicitar las licencias para la extracción de energía marina por aplicación al Marine Scotland Licensing Operations Team (MS-LOT). Este ofrece un procedimiento de solicitud mediante ventanilla única, siguiendo los principios de la planificación marina sostenible.
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