sábado, 2 de mayo de 2020

¿Qué sigue para la energía renovable marina en la UE?


Una transición para descarbonizar el sistema eléctrico de los países europeos es imprescindible para un futuro sostenible.

Las instituciones europeas reconocen esta necesidad en el Acuerdo de París para limitar el calentamiento a menos de 2 ºC. La política actual respalda una mayor aceptación de los sistemas de energía renovable hasta 2020, pero deben surgir políticas para respaldar la adopción continua más allá de 2020 o incluso 2030 si queremos alcanzar el objetivo necesario. Las tecnologías de energía marina proporcionan una solución que contribuye significativamente a este objetivo. Las ventajas de estos sistemas dentro de la combinación de soluciones energéticas surgen porque el recurso es más predecible que las soluciones alternativas renovables como la eólica y la solar. Además, las energías marinas ofrecen una gran oportunidad para los países costeros europeos, al utilizar una gran área marina y considerables recursos de energía oceánica, para contribuir al rápido crecimiento de la economía azul.

El desarrollo de tecnologías de energía marina se ha quedado atrás de otras tecnologías renovables terrestres o incluso de la energía eólica marina. Este camino más lento hacia la madurez se puede atribuir a los desafíos asociados con la extracción de energía de un ambiente marino hostil. Esto da lugar a una serie de desafíos interdisciplinarios que deben abordarse para que las energías marinas maduren y alcancen un estado comercial completo en Europa e internacionalmente. Hay una serie de desafíos identificados por la comunidad europea de energía marina que deben abordarse para enfrentar el futuro de este sector con garantías. Los más importantes podrían resumirse como:

(i) las tecnologías deberían ser capaces de generar energía óptima, a menor costo y con el menor impacto ambiental;

(ii) la comunidad debe integrarse y educarse para reconocer y participar en los impactos positivos de un sector maduro de energía marina;

(iii) los desafíos normativos y políticos deben abordarse para gestionar de manera efectiva los múltiples usos del medio marino europeo, al tiempo que permite un marco de apoyo para una industria emergente;

(iv) los desafíos de inversión que enfrenta la industria obstaculizan el desarrollo y la adopción de tecnologías de energía renovable en un sector en continuo cambio.

Estos desafíos directos, junto con los desafíos técnicos a los que se ha asociado cada una de las tecnologías, deben perseguirse para motivar el crecimiento futuro del sector de la energía marina en todo el mundo.

Sin embargo, una cosa está clara; La industria y las partes interesadas asociadas están ahora en período de expansión, obteniendo una posición de representación en los principales foros de políticas. Ocean Energy Europe (OEE) es una plataforma exitosa para motivar y aglomerar los avances y necesidades que surgen de la comunidad europea de energía marina. Sin embargo, hoy existe la necesidad de establecer un organismo de energía marina intersectorial e intergubernamental capaz de mantener el impulso para la industria europea a nivel regional e internacional, a través de la comunicación efectiva de los desafíos y ventajas de estas tecnologías con los responsables políticos, partes interesadas, y entre la industria, los investigadores y la comunidad. El establecimiento de dicho organismo como organismo regulador podría liderar y facilitar el sector intersectorial de la industria de la energía marina.

Hay muchas tareas requeridas para avanzar en una industria de energía marina renovable en Europa, pero superar los obstáculos que actualmente enfrentan los desarrolladores de tecnología tienen una alta prioridad. Los desarrollos actuales en Europa han sido responsables del avance de proyectos en un amplio espectro de tecnologías. Desde las máquinas de extracción de energía hasta las conexiones eléctricas se requieren permisos separados y varias aprobaciones que dispersan la tarea principal del desarrollador de crear, probar y demostrar su tecnología.

Las instalaciones de prueba de energía marina, ofrecen una opción para superar y compartir algunas de estas dificultades. La racionalización de los permisos en las primeras etapas y la creación de una base de conocimientos para la regulación europea de la energía marina (económica, ambiental y social) son buenos argumentos para apoyar el desarrollo de la tecnología. Atraer inversiones públicas y privadas es un desafío para el sector en un entorno competitivo de tecnologías de bajas emisiones. La inversión actual se enfoca en tecnologías de menor costo, sin reconocer otros beneficios, como la consistencia requerida para una red eléctrica con alta penetración de sistemas de energía renovable variable. Se requiere una mayor conciencia y una política para respaldar estos beneficios (por ejemplo, incentivos escalonados o PPA) para revertir este desafío de inversión.

Ante el desafío actual de descarbonizar y reducir la dependencia del petróleo y el gas de la mayoría de los países del sistema eléctrico de la Unión Europea, el océano nuevamente ofrece una solución potencial. Lograr esta solución requerirá una comunidad coordinada y motivada.

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