Después de que EDP
Renovables ensayara la tecnología WindFloat con un prototipo de 2 MW en la
costa de Póvoa de Varzim (Portugal), el consorcio dirigido por EDP y Repsol
tenía como objetivo llevar el proyecto a una fase precomercial, esta vez en la costa de
Viana do Castelo. Se trataría de un parque eólico compuesto por tres turbinas de
viento de 8 MW.
Sin embargo, en los últimos días el
proyecto se acaba de topar con la oposición del ente regulador de la energía (ERSE), que debido a los altos costos de desarrollo que tendrían que soportar los consumidores, (alrededor de 100 millones de euros) a
decidido paralizarlo. La compañía ante este revés ha iniciado
conversaciones con otros gobiernos que puedan seguir con el desarrollo.
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