Cada convertidor de
energía de las olas se puede clasificar en varios grupos dependiendo de sus características operacionales, principio de funcionamiento y localización.
En función de la
distancia a la costa, existen tres tipos de convertidores: dispositivos
terrestres, costeros y de costa afuera. Los aspectos más importantes de cada
uno son:- Dispositivos terrestres: Estos convertidores están situados en la orilla y pueden colocarse sobre el nivel del mar (en aguas poco profundas), integrados en un rompeolas (como en una presa), o fijados a un acantilado. La principal ventaja de estos convertidores es su fácil mantenimiento e instalación, porque en la mayoría de los casos la ubicación es accesible. Por otra parte, no necesitan ni sistemas de amarre ni largos cables para conectar a la red. Sin embargo, en la costa, la menor energía de las olas (debido a su interacción con el lecho marino), la falta de terrenos adecuados y los problemas ambientales causan dificultades para desplegar estos sistemas.
- Dispositivos costeros: Estos convertidores están instalados a poca distancia de la orilla en profundidades de agua moderadas (10-25m). Por lo general, descansan sobre el lecho marino (evitando amarres) pero la estructura debe soportar el estrés que surge cuando las olas pasan sobre él. En otros casos, también pueden ser estructuras flotantes.
- Dispositivos costa afuera: Estos convertidores se encuentran en aguas profundas (más de 40m), lejos de la costa y construidos en estructuras flotantes o sumergidas amarradas al lecho marino. Debido a la flexibilidad de su ubicación, pueden explotar la potencia de las olas en mar abierto. De la misma manera, la exposición al mar abierto supone un gran problema para la fiabilidad y capacidad de supervivencia del dispositivo. Además, su mantenimiento es un proceso complicado y costoso.
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