¿Casualidad o espionaje?

Esta es la pregunta que en el último mes han sembrado varios medios de comunicación, en su gran mayoría británicos, al hacerse eco de la noticia sobre el convertidor de las olas que se había desarrollado en china.

Todos ellos hacían referencia a las similitudes a simple vista aparentes entre el prototipo Hailong 1 que ha construido el Instituto de Investigación nº 710 y que forma parte de la China Shipbuilding Industry Corporation y el P2, conocido popularmente como Pelamis.

Además de lo anterior, antiguos trabajadores de la compañía escocesa Pelamis Wave Power, han tratado de establecer una relación entre el robo de ordenadores sufrido después de la visita realizada por el viceprimer ministro del Consejo de Estado de China en enero del 2011 y el nuevo prototipo asiático.

El proyecto Pelamis se vio abocado a la desaparición en noviembre de 2014, después de que la empresa Pelamis Wave Power cayera en bancarrota. Esto terminó con 17 años de desarrollo y 115 millones de euros invertidos.

Ante las dudas arrojadas, el portavoz de la embajada de China en el Reino Unido se ha apresurado a desmentir cualquier acusación de espionaje. Podría ser entonces que los ingenieros chinos hallan trabajado en la misma línea que los ingenieros británicos, o que China intentase hacer una replica basándose en imágenes públicas del proyecto escocés.